Desde hace 31 años, el movimiento asociativo consolidó este día como la convocatoria más importante desde el prisma de la sensibilización en la sociedad sobre las consecuencias negativas que acarrea el uso de esta actividad en la población más vulnerable.
Incidiendo en esta cuestión, no pretendemos demonizar el juego de azar, pero sí que es necesario visibilizar e imprescindible contrarrestar, las provocaciones y estímulos, así como la normalización pro-juego de azar que todos/as nosotros/as recibimos a diario desde los medios de comunicación y redes sociales, sin ningún tipo de prevención ni información sobre las consecuencias negativas que, sobre todo en edades tempranas, provoca la reiteración de dicha actividad.
Solo tenemos que basarnos en el análisis de las últimas estadísticas realizadas por la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, para comprobar cómo la edad de inicio en el juego de azar continúa disminuyendo año a tras año, incluso con un alto porcentaje de menores que, aun teniendo prohibida esta práctica, reconocen abiertamente su realización.
Si a esta realidad añadimos el fácil acceso, el anonimato y la incorporación de técnicas aleatorias en los videojuegos, con las micro compras, y demás estrategias parecidas a la práctica de los juegos de azar, entenderemos esa prevalencia de conflictos en adolescentes, que lleva a la aparición de distintas problemáticas, en sectores muy vulnerables, que finalmente acarrean situaciones con necesidad de una intervención profesional.
Este día debe servir para concienciar a toda la sociedad de la necesidad de establecer políticas reales de prevención basadas, en primer lugar, en una información veraz, de evidencia científica y realista sobre las actividades de juego (tanto de azar como de entretenimiento), que aclaren muy bien y que, como decíamos, contrarresten las estrategias de patrocinio estipuladas por las marcas y operadores.
NO debemos olvidar el hecho de reivindicar el reconocimiento efectivo del tratamiento por juego y, por lo tanto, garantizar a las personas afectadas, así como a sus familiares que acompañan en el tratamiento, una salida de esa situación de dependencia, con un reconocimiento y dotación de recursos a los centros que soportan esta carga asistencial.
En alegato de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, la defensa de la salud debe ocupar nuestro tiempo y nuestros esfuerzos.
FEJAR desde hace más de 30 años así lo entendió, así lo ejecuta, y se propone seguir con esta labor, en defensa de la salud y bienestar de las personas afectadas por trastorno por juego. ¿Te apuntas tú también?
